El pasado 10 de diciembre marcó el 75 aniversario de un hito trascendental en la historia de los derechos fundamentales: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En nuestro colegio, este acontecimiento no pasó desapercibido, y fue el alumnado de 4º de la ESO, inmerso en la materia de Educación Cívica y Ética, quien lideró una profunda reflexión sobre la importancia de estos derechos que nos definen como seres humanos.
Los estudiantes, conscientes de la relevancia de este legado, expresaron su opinión de manera contundente: «Estos Derechos se deberían recordar todos los días, sin olvidar que hay lugares donde no se respetan. Vamos a luchar por nuestros derechos y por un mundo en el que no haya guerras e injusticias». Esta declaración no solo refleja la conciencia crítica de nuestros jóvenes, sino también su firme compromiso con la defensa de los principios universales que rigen la convivencia humana.
Como parte de esta reflexión, el alumnado canalizó su creatividad y conciencia social mediante la creación de unos carteles. Estos no solo son una expresión artística, sino también un llamado a la conciencia colectiva, recordándonos la importancia de los derechos que todos compartimos como individuos y como comunidad global.
Este proyecto va más allá de las aulas; es un recordatorio viviente de que la educación no solo implica la transmisión de conocimientos, sino también la formación de ciudadanos conscientes y comprometidos con la construcción de un mundo más justo y equitativo.
Este aniversario no solo es una oportunidad para celebrar los logros alcanzados en la protección de los derechos humanos, sino también para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentamos como sociedad. En un mundo que sigue enfrentando conflictos y desigualdades, la educación se convierte en la herramienta fundamental para forjar un futuro más prometedor. En nuestro colegio, nos enorgullece ver a nuestro alumnado asumir un papel activo en este proceso. Su participación y compromiso nos inspiran a seguir fomentando un ambiente educativo que no solo impulse el conocimiento académico, sino que también cultive ciudadanos conscientes, empáticos y dispuestos a construir un mundo donde los derechos humanos sean respetados por todos, todos los días.
